MAFIA
Organización
clandestina de criminales que
intenta conseguir el monopolio de sus actividades
delictivas en una zona.
Analicemos: ¿Qué es una actividad delictiva?
En sentido legal, los códigos penales y la doctrina definen
al "delito" como toda aquella conducta (acción u omisión) contraria
al ordenamiento jurídico de la sociedad.
¿Qué es una organización?
Un grupo estructurado de tres o más personas que existe
durante cierto tiempo y que comparten fines comunes.
¿Qué es la conducta criminal?
La conducta criminal es
una conducta antisocial y
agresiva que abarca un amplio
rango de actos y actividades que
infringen reglas o normas y expectativas sociales que reflejan acciones contra el entorno, personas y propiedades. Obviamente
en la mayor parte de los casos para obtener beneficios económicos.
¿Encajan estas definiciones con lo que ocurre en algunos
edificios? Yo diría que sí, yo por lo menos conozco algunos. Vds. mismos
comparen por sus propias experiencias, juzguen y saquen conclusiones.
Lo que si sé es que la ley Omnibus ha perjudicado
enormemente sobre todo a las comunidades de propietarios, al dar libre acceso a
cualquiera a las actividades de servicios y su ejercicio.
Lo que quiere decir que cualquiera
puede administrar fincas sin necesidad de tener estudios superiores ni estar colegiado
en un colegio oficial y que solo se les pide “cualificación profesional
suficiente”. Lo de “suficiente” los jueces suelen traducirlo en saber leer y
escribir y ya está. Con lo cual una panda de avispados sin oficio ni beneficio,
sin estudios de ninguna clase y con dificultades orales, sintácticas y
ortográficas se han introducido en esta actividad. Muchos provenientes de la
construcción o similar. Un chollazo para algunos.
(No todos, por supuesto, también hay gente honrada)
Con lo cual ni saben cuales son sus obligaciones, ni los
derechos de los demás, pero sobre todo no tienen ningún prejuicio en saltarse
leyes, puesto que ni las conocen y están dispuestos a cometer los mayores
dislates hacia quienes ponen el dinero. Eso sí, con la fantasía de ser los
dueños del edificio y los propietarios unos imbéciles cobardes y ovejunos con
la única obligación de callar y pagar. Así estamos.
Estos sujetos funcionan apoyados obviamente por algunos
propietarios compartiendo intereses. ¿Y los abogados que asesoran y aconsejan a
estas gentes? Se lo pueden imaginar, de la misma escala moral. Moral que en
empuje ascendente en algunos casos contamina hasta a algunos jueces.
Sin querer hacer paralelismos y refiriéndome a este edificio
aquí hemos tenido desde el 2006 como administradores un vigilante jurado, un
pintor (de brocha gorda) y el último por las trazas, presuntamente obrero de la
construcción o camarero.
Y no hablemos de las presidentas, mayormente ignorantes absolutas,
algunas con problemas psíquicos, otras analfabetas, de profesión sus labores, limpiadoras
o equivalente y otra presuntamente disléxica con problemas de lectoescritura. Ahora
eso sí, de tontas en lo que concierne a sus intereses, nada de nada.
Todos con mucho interés en entrar aquí, luchando y matándose
entre ellos, tanto unos como otras.
¿Cómo es posible que a estas alturas puedan ocurrir cosas
así en pleno siglo XXI en un país del mundo occidental en el que se supone está
establecida la democracia hace bastantes décadas, en la que unos personajes de
baja condición social, cultural y moral se apoderan de los edificios, con la
única finalidad de vivir a costa ajena saqueando y robando a sus propietarios y
machacando, acosando, difamando, calumniando y agrediendo, literalmente usando
todas las técnicas de intimidación de las que disponen, a quienes sacan a la
luz, exponen y difunden estas tropelías. Y si son de avanzada edad mejor. Es
absolutamente verdad que la
corrupción que está pudriendo el país empieza en las comunidades de
propietarios.
Sobre la definición de ROBAR
en la entrada anterior ya he descrito algunas de las extensiones de este
término.
En la próxima contaré los disparates cometidos por la última
pseudo presidenta que entró aquí como una Foca en una cacharrería, disparatando
y deteriorando todo más de lo que estaba. Miembro destacado de la Camarilla,
por supuesto.