Extracto de un texto de Benítez
Pérez Galdos escrito en 1912.
“Los dos partidos que se han
concordado para turnarse pacíficamente en el poder son dos manadas de hombres
que no aspiran más que a pastar en el presupuesto, Carecen de ideales, ningún
fin elevado les mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de
esta infeliz raza, paupérrima y analfabeta. Pasarán unos tras otros, dejando
todo como hoy se halla y llevarán a España a un estado de consunción que, de
fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el problema religioso, ni el
económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo,
estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin
ninguna eficacia práctica y adelante con los farolitos.”
Esto parece que ha ido a más y
hoy por hoy, se puede extrapolar no solo a los partidos políticos sino a
cualquier actividad de grupo donde hay posibilidades de pillar algo de poder si
conlleva algo de trinque. La corrupción empieza en los estratos más simples y
sencillos y va subiendo a las capas más altas contaminando el país entero.
¡Que pena, Dios mío! No sé donde
terminará esto, porque lo más trágico es que esto se acaba aceptando como
algo natural, se miente y se trampea con toda impudicia. Y lo más grave es, que
los que no lo hacen pero conocen quienes si, pasan.
Algunos le echan gracia al asunto.