Ha habido un propietario
extranjero, al que no conozco personalmente, que habiéndose enterado, desconozco
a través de que vías, de que hablo inglés, quería enviar una carta al
presidente de la comunidad y a otro propietario, por asuntos personales, y me
pidió el favor de traducírsela y entregarla.
Yo advertí al presidente, al
encontrármelo en la calle, lo anterior y que pasaría a dársela cuando este
hombre me enviase la carta. Le avisé que yo no tenía nada que ver con el asunto,
que yo meramente estaba haciendo de intérprete y haciendo un favor a este
hombre, sin más. La cosa quedó así y aparentemente sin ningún problema.
El hombre me envió la carta en
inglés, se la traduje y mandé y él, vía email, me la reenvió debidamente
firmada. El día 1 de diciembre subí a entregársela al presidente. Cuál no sería
mi sorpresa que al abrirme su puerta me recibió a gritos, iracundo y fuera de sí, de malos modos, insultante y
ofensivo, a grandes vocespreguntándome si yo sabía leer, sacando la carta del sobre (sin leerla) y
haciendo ademán de tirarla por el aire, acusándome de que esa carta era mentira
que era algo que yo me había inventado, que yo escribía notas imaginadas y las
repartía, etc. etc. que se la pasaría al administrador que él no quería saber
nada de ningún asunto de nadie, etc. etc.. Todo esto en el pasillo de las
escaleras a voz en grito, en el hall que tiene cerrado con una puerta/verja que
no abrió.
(Supongo se refería a las circulares informativas
que echo en los buzones, a consecuencia de haber el administrador omitido mi
burofax, saltándose la ley, y que envié para adjuntarlo en la orden del día de
la última junta, claramente por temor de que se enterase nadie de lo que yo en
él decía) (Esto lo explicaré más detenidamente en otro momento).
Esto es una vergüenza, que haya
personas que no tengan cultura, pase, porque no todo el mundo ha tenido la
oportunidad de poder estudiar, pero la falta de educación, los modales propios
de gente baja, la agresividad gratuita, el odio injustificado, no tienen excusa
ni disculpa y aquí de eso hay mucho desgraciadamente.
El ser presidente conlleva unas
responsabilidades y obligación de escuchar a los propietarios en lo que tengan que
decir y por otro lado no se puede
tolerar que no haya un mínimo de educación y respeto entre las personas. ¿Qué
pasa en este edificio? Estas actuaciones, así como las perpetradas por la
expresidenta, la alianza del administrador con unos propietarios en contra de
otros, etc. etc. no revalorizan
nuestra propiedad, al revés la deprecian. Y lo digo con absoluto conocimiento
de causa.