Reiteradamente el portero, por
orden del administrador y éste obedeciendo las ordenes de la camarilla, ha ido
borrando una y otra vez el letrero de la pared, escrito por mi, donde decía
“PROHIBIDO CONTENEDORES DE OBRA – Se denunciará”. Más de una docena de veces lo
he escrito y otras tantas el portero ha pintado encima. Si tardaba venían
deprisa a recordárselo.
Dado que lo escrito es
absolutamente verdad, no se que mal este letrero le puede hacer a nadie y en
que les puede molestar con tanta iracundia.
Está prohibido por ley poner aquí
escombros, etc. y es cierto que el que lo haga será denunciado y es cierto que
es obligación de la administración colocar en este patio el letrero y si lo he
escrito yo, es porque ha faltado a su obligación una vez más.
Aunque a mi escribirlo me costaba
tres minutos, considerando que el portero bastante trabajo tiene y lo de tener
que ir detrás de mi con una brocha me parece que es darle un trabajo extra
absurdo y ridículo, he puesto un letrero fijo en la verja de mi ventana.
Por cierto el hombrecito ese que
bajó exclusivamente a insultarme la última vez que un propietario pretendió
poner un contenedor en este patio, y que luego me lo negó tan oreado, anda
merodeando alrededor de mi casa, husmeando por la entrada de delante y por
detrás por la piscina. No se que busca o piensa encontrar.
Hace unos días una mujer desde la
puerta del portero, a dos metros de la mía, le protestaba por mi letrero a la
vez que a grandes voces me llamaba “HIJA DE P_ _ _ “ Ya ven Vds. el percal que
hay aquí.
Lo que está claro es que esto
necesita un cambio radical.