Mientras espero la sentencia del
esperpéntico Juicio de Faltas (aunque la se) y la información para comentar
actuaciones y disparates que se escucharon ahí, quiero comunicar brevemente,
cuales han sido, a mi entender, las circunstancias que han llevado a que estén
pasando en este edificio los desatinos que vienen ocurriendo in illo témpore, por si a algunos se les
ha olvidado.
Todo empezó cuando en el 2012
como vocal y Censor de Cuentas me enfrenté a dos flancos:
1.
Mi pretensión de que se me mostraran los documentos de
pago de nuestros gastos y acceso visual a la cuenta del banco para cotejarlos.
O sea revisar nuestro dinero como se debe.
2.
Hacer ver a esas dos mujeres presidenta y
vicepresidenta perpetuas que no se pueden hacer las cosas a su antojo y capricho
sino que hay que respetar la ley y los estatutos e intenté frenar sus
actuaciones arbitrarias.
A partir de ahí, guerra total,
acoso, insultos, agresiones, denuncias, etc.
El problema aquí va de dinero no
de otra cosa.
Aunque haya gente desde casi dos
décadas campando por sus respetos y sobre todo desde el 2005, esto SE HA
ACABADO.
Y la camarilla que les apoya compuesta
por analfabetos funcionales espero que se terminen de dar cuenta que lo que yo
pretendo conseguir también les beneficia a ellos y que resumiendo consiste en
que se hagan las cosas como se debe y con completa transparencia y obviamente evitar
que nuestro dinero se caiga por mil agujeros.
Vamos a ver si puedo cortar esto de
raíz de una vez. La semana que viene tendrán noticias.